La cacería como aventura.

Hace tiempo escribí un artículo en el foro de Argentropia en el que comparaba a un sabakuma young con un Atrax de los grandes. El artículo apuntaba a establecer que las diferencias de vida, daño y regeneración entre uno y otro se reflejan a la hora de saquear la presa, en lo que se refiere al probable retorno por botín, y al riesgo de quedarse con las manos vacías por no recibir nada del animal muerto.

Recordé ese artículo mientras ayer domingo por la noche conversaba con Xavi Riquelme sobre las diferencias entre cazar un mob chico y uno grande. Mi argumentación en la charla apuntaba a que salvo en el equipamiento necesario para enfrentarlos (incluyendo los skills) no existen diferencias a la hora de comenzar a disparar y recibir los golpes. El mob ataca, el cazador le dispara y quién sea capaz de producir el mayor daño y, al mismo tiempo, soportar el daño que le infringen, gana.

El mob esta allí, quieto, esperando nuestro ataque o nos detecta a menor o mayor distancia e inicia el ataque por su cuenta. No hay diferencias conceptuales. Ningún mob inicia una acción evasiva o intenta sorprendernos con un movimiento inesperado. Una vez que hemos visto el comportamiento de uno de su especie sabemos a ciencia cierta como se comportan todos los que la componen. No es necesario tratar de engañarlos, de velar nuestro ataque o de sorprenderlos. El mob no tiene componentes de IA (inteligencia artificial) que regulen su comportamiento inmediatamente antes o durante el duelo. A mi modo de ver su comportamiento es lineal y por lo tanto predecible.

Sin duda alguna durante el duelo juegan factores aleatorios, como los golpes críticos, que inclinarán la balanza en favor de unos u otros, pero me animo a decir que teniendo el el cazador el equipamiento y los skills necesarios el mob pueda darse por muerto.

Para un cazador avezado es obvio que la adrenalina que genera un mob de alto nivel es mayor que la que nos genera un mob de bajo nivel y que enfrentar una araña no es lo mismo que enfrentar un chirpy, pero una vez que sabes como se comportan y sus características la solución pasa por el equipamiento necesario para hacerlo, sin importar las técnicas o tácticas que se empleen .

Voy a darles algunos ejemplos a riesgo de ser mal interpretado:

• Ningún mob elije el momento para atacarnos a no ser que les disparemos o ingresemos dentro del área de ataque. Siempre reaccionan de forma previsible.
• Los mobs no coordinan sus ataques, simplemente atacan, podrá darse el caso de que varios mob ataquen al mismo tiempo pero cada uno de ellos lo hace por su cuenta, el ataque sigue siendo individual.
• Para los mobs no hace diferencia si atacamos por el frente o por atrás, reaccionará de la misma forma.
• Tampoco si los atacamos cuando están reunidos en grupo o están alejados de su grupo, el comportamiento no varía.
• Si tenemos un arma que nos permita hacer el primer disparo desde la suficiente distancia podremos elegir el mob de entre un grupo a sabiendas que sus pares no lo acompañarán en el ataque.
• Si estamos en team el mob elegirá para responder el ataque a quien más daño le hace o aleatoriamente a cualquiera del grupo. Si bien este comportamiento tiene su razón de ser, si se repite permanentemente...
• El mob no registra el entorno que lo rodea, no busca cubierta contra la vista para mimetizarse con el ambiente.
• Un mob no se altera por disparos realizados por un cazador en su cercanía. Continúa con su actividad a menos que nos detecte con su radar de proximidad.
• Si el mob ha iniciado la persecución de un avatar y este en su trayecto se sumerge en el agua, lo suficientemente profunda, el mob lo seguirá en su trayecto y irremediablemente morirá en el intento de persecución.

En muchas de las situaciones mencionadas el mob podría alterar su comportamiento normal por otro alternativo, ya sea defensivo (como podría ser una maniobra evasiva del mob en particular o del grupo en el que se encuentra) o por uno ofensivo al estilo, por mencionar un ejemplo, de la "manada de lobos" donde uno de los miembros distrae mientras que el otro rodea para un ataque sorpresivo. A mi modo de ver la respuesta del mob no debería ser siempre la misma con lo que se lograría darle a la situación el toque de incertidumbre que estimula nuestra creatividad y el disfrute de haber anticipado los distintos movimientos del mob.

Pero lo más frustante es que los compartimientos mencionados es que son comunes a todas las especies de mob. Es cierto que varía la agresividad, el daño, la distancia a la que nos detectan y la vida. Pero, en líneas generales el comportamiento es el mismo.

Sin embargo lo expresado aún disfruto de la caza. Cuando voy en búsqueda del botín no me importa cazar decenas de mobs de la misma especie que reaccionan exactamente de la misma forma, la emoción pasa por ese brevísimo instante que transcurre entre que doy al sistema la orden de saquear al mob y cuando se abre la ventana del loot o se despliega el "mensaje amarillo" que tanto odiamos los cazadores.

En cambio cuando tengo ganas de disfrutar la cacería hago recorridos inusuales por lugares que no suelo frecuentar, en los que no se a ciencia cierta a que me voy a enfrentar. Entonces cada punto rojo en el radar implica un nuevo desafío ya que alguno podría ser el de una criatura que me despache sin remedio al revival más próximo. La cacería cobra entonces la dimensión de una aventura, con resultado incierto, en la que no importa tanto el resultado medido en peds, usualmente pobre, sino llegar al objetivo sin haber sido víctima de un mob.